Hay una tendencia en el mundo corporativo la cual hace más fácil señalar a otros con el dedo o culpar a las circunstancias cuando hablamos de los retos que se nos presentan. Admitir abiertamente nuestros errores con nuestros compañeros de trabajo y managers no es una práctica común, principalmente por el miedo a ser criticado, culpado o incluso despedido.
Este comportamiento colectivo, conocido como Peligro Psicológico, se traduce en la falta de una cultura del fracaso, una cultura con miedo a intentar,dónde no puede existir una comunicación sana, transparente y eficiente. En consecuencia, la salud del ambiente laboral se ve enormemente afectada, limitando la creatividad y la innovación.
Por otro lado, la Seguridad Psicológica es una creencia compartida de que el equipo es seguro para tomar riesgos interpersonales. Puede ser definida como “tener la libertad de opinar y aportar sin el miedo de tener consecuencias negativas en la imagen propia, estatus o carrera profesional”.
En el Instituto del Fracaso tenemos una serie de webinars donde nuestro equipo comparte insights obtenidos de conversaciones sobre vulnerabilidad que hemos llevado a cientos de empresas en todo el mundo. En un webinar sobre seguridad psicológica abrimos el micrófono a nuestros clientes.
Estas son algunas de nuestras mejores prácticas:
Hemos visto que la vulnerabilidad es un elemento de cambio en cuanto a la creación de conexiones profundas. Y estas a su vez resultan en un alto sentido de empatía, y en una comunicación eficiente y transparente. A veces olvidamos que somos seres humanos trabajando con otros seres humanos en un espacio de trabajo.
Necesitamos construir espacios de seguridad psicológica donde nos podamos sentir cómodos admitiendo fracasos, compartiendo diferentes puntos de vista o preocupaciones sobre ciertos proyectos o decisiones. Esto reduce dramáticamente el porcentaje del “Síndrome del impostor” entre empleados y managers, un síntoma común en culturas corporativas tradicionales.
Es muy difícil aprender de nuestras experiencias si no admitimos que algo hicimos mal, o que pudimos hacerlo mejor. Esto nos permite crecer profesionalmente y predicar con el ejemplo.
Estamos más acostumbrados a compartir los resultados que los errores. Estar conscientes de nuestras imperfecciones y nuestros retos , nos ayuda a sentar las bases de una toma de decisiones más creativa y estratégica.
¿Crees que tu espacio de trabajo carece de algunas de estas características?, ¿Consideras que hay una oportunidad de mejora en la forma en que tu equipo toma riesgos y comparte aprendizajes?
El Instituto del Fracaso es una empresa social que ayuda a las personas a liberarse de los paradigmas que limitan su vida a través de historias contadas desde la autenticidad y vulnerabilidad. Lee más >